viernes, 28 de agosto de 2020

La responsabilidad de llamarte Ratchet

 

Llamarte Ratchet en 2020 es una enorme responsabilidad, la misma que tiene nuestro amigo y vecino Spider-Man... personaje que tiene apadrinado, precisamente, Insomniac, los creadores y tutores de Ratchet. Así que el símil me viene que ni pintado para comenzar.

 


Esa responsabilidad de la que hablo no debe recaer en cuánto músculo técnico puede sacar una consola (de la que poco sabemos o nada) en sus inicios. Usar Ratchet como vara de medir de cuánto podrá o no podrá realizar PS5 -en el que esperemos sea un largo periodo-, es un poco iluso, y por qué no decirlo, pretencioso. De lo que sea capaz la novena generación lo sabremos cuando termine o se vislumbre su final, y no antes. Y no por una sola compañía.

Sobre la rata espacial y sus creadores no puede depositarse ahora mismo todo el peso y el devenir de lo que la novena generación pueda ofrecernos. Ni siquiera en términos jugables, en paradigmas de la innovación o en tendencias. Sobre Insomniac tampoco pueden descansar todas las expectativas con una consola (o una generación completa) en la que trabjarán muchas más manos y mentes. El potencial de una máquina no llega hasta que se ha probado suerte primero. Es que no estamos todavía ni en la línea de salida, y estamos ya apostando a caballo ganador con los caballos en el establo. Es ridículo y sibarita.

El primer juego completo de esta compañía será ese, el primero, no el último que tocará esos circuitos aún -insisto- desconocidos en el plano técnico. Es harto engreído trazar una opinión definitiva de lo que será una plataforma de juego en torno a Ratchet, porque recordemos que esta saga va a cumplir 18 años en los próximos meses. Y no es la primera vez que este personaje da la bienvenida a una generación o nos presenta sus primeras capacidades.



18 años en los que se ha podido ver, a lo largo de aproximadamente una docena de títulos principales, la evolución de un estudio para con un proyecto, para con una consola y para con una casa concreta. Y eso no lo sabe hacer todo el mundo, ni todo el mundo tiene ese privilegio reservado. 18 años en los que se han acumulado aciertos y errores. 

Como fan, tengo algunas dudas mucho más razonables, la mayoría orientadas al juego en sí y no en lo que será capaz de exprimir de su sistema (no me preocupa). ¿Cumplirá las expectativas de continuar la estimulante historia que se fue fraguando hasta Nexus (PS3, 2013)? ¿Conseguirá rebasar o igualar el éxito comercial del reinicio de PS4? ¿Volverá a brillar cualitativamente sus diseños de mapas y gameplay como lo hiciera en Atrapados en el Tiempo (PS3, 2009)? ¿Volverá la música a los registros sonoros y cualitativos que consiguiera David Bergeaud? ¿Se balanceará el armamento y se usará en condiciones en un Coliseo a la altura? ¿Se calibrarán los loops o vueltas? ¿Qué podemos esperar del combate y la tercera persona? ¿Se mejorará la movilidad del personaje? ¿Dará jugo el sistema de rifts o teleport instantáneo entre agujeros de gusano?

Como véis, como fan de la rata y su robot, tengo serias dudas. Ninguna de ellas encaminadas a si será un desastre técnico o si será el estandarte de su sistema, ninguna duda en torno al lugar que ocupe en importancia en su sistema (pues es el primer juego completo de cero que lanzarán ahí). Es que todo eso me da igual. Mis dudas se generan siempre en torno a su ambición dentro de su saga, a si Ratchet volverá a conocer la gloria dorada de PS3, a si mi queridísima Insomniac volverá a desatarse en el diseño de mapas como en PS2, o si simplemente volverá a fijar un techo de esos que costará rebasar.


 

Me parece ahora mismo un poco iluso que este juego deba sostener todas las dudas técnicas, jugables y de otra índole de una futura generación. Es injusto. No es realista. No tiene fundamento. Hablamos del décimo quinto juego único de una saga bien instaurada y querida. No le corresponde al juego nº 15 de una saga de 18 años de antigüedad el sostener todo un ecosistema. Toda la responsabilidad que debe tener este personaje es seguir manteniéndose atractivo a nuevos y viejos jugadores.

Quien piense que este juego es el baluarte técnico de PS5, está muy equivocado con lo que Ratchet es y ha sido. Unas opciones gráficas o técnicas en un juego no definen los siguientes años, Ratchet no es una hoja de ruta. Habrá quien optimice mejor y habrá quien lo logre a base de dar pasos y lanzar proyectos. Tampoco metamos este juego en el saco de promesas electorales que se hacen siempre de cada máquina antes de salir. La Tierra Prometida del 4K / 60FPS nunca fue con Ratchet; no he visto a Insomniac vendiendo gráficos, músculo técnico y jurando cosas. Esa no es la Insomniac que yo he visto. La que yo he visto es simplemente una que te promete diversión y mimar un legado construído con esfuerzo (y un parón creativo hace 7 años, y un reinicio hace 4). 

No caigamos en el error de prejuzgar todo un ecosistema o sus capacidades técnicas por un juego que viene a continuar un legado. Ese legado es anterior y más importante que los inicios de una siguiente consola (de la que, repito, no sabemos nada aún). Menos pajas mentales de fotogramas por segundo, y más dudar de su validez como juego y de su ambición dentro de una saga que siempre se lo ha puesto jodido a sí misma para ir superándose.

La rata espacial no ha venido aquí a sujetar el peso del mundo, ni siquiera de su consola. No le colguemos a este proyecto el peso que no puede -ni debe- aguantar.

Ratchet no puede ser el timón del barco, ni siquiera la vela. Por ahora es simplemente un componente más de ese barco que aún ni sabemos si flotará.

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