miércoles, 25 de octubre de 2017

Cuando el tiempo arregla casi todo


Estoy muy poco activo por el blog e incluso el resto de proyectos. No es casual, el vicio ha tocado a mi puerta y he tenido que acudir a la llamada. Para no dejar el mes sin nada, me dispongo a pasar a texto una reflexión, muy a cuento con lo que estoy jugando actualmente.

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Estoy muy, muy, pero que muy enganchado a Tony Hawk's Pro Skater 5 de PS4. La última entrega de la saga principal del laureado deportista no estuvo exenta de polémica en su año, 2015. Si uno mira la media del título en Metacritic puede entender muchas cosas, entre otras, el pésimo estado con el que apareció al mercado. Errores físicos impensables, bugs en colisiones que ya deberían estar superados, cuelgues inesperados, problemas de conectividad, ausencia de contenido, falta de personalización, fórmula agotada o pasada de moda ─difícil luchar contra eso─, etcétera. En resumen, una experiencia que no estaba preparada para el gran público aún. Sus defectos parecían sobrepasar por méritos propios a los aciertos. No hablamos de una prensa enfurecida buscando su piñata, en este caso creo humildemente que estaba justificado. No se trataba de un solo paso atrás; eran varios. Palos que avisaban, duros, pero necesarios. Fue un auténtico desastre, decepcionando a miles de personas.


THPS 5: Ejemplo perfecto de la situación actual. Malos primeros pasos que decidieron todo.


Asumido tal desplome y lejos de querer desentenderse del producto, se pusieron manos a la obra desde Activision y Robomodo para mejorarlo ─artífices estos últimos de varios juegos menores de la saga desde el año 2009─. Tras una serie de arreglos, se produjo el advenimiento del esperado parche 1.03 ─casi como un profeta que traía las buenas nuevas─, que subsanaría la mayoría de problemas. Con la llegada del parche 1.04 posteriormente, todo parecía ya en su sitio, con algún que otro error perdonable que no se puede decir que lastre la experiencia. Tres nuevas fases entretenidísimas, más contenido desbloqueable, más retos, todo más estable. THPS 5 estaba ya totalmente listo para ser disfrutado: Ahora los únicos defectos ya iban con los gustos de uno ─ya sea nostalgia, preferir los antiguos o haberse aburrido de la fórmula de juego sin más─. ¿Por qué os cuento esto? Debido a que este videojuego ya no es ese "3/10" que se puede deducir de Metacritic. Es sin duda uno de los mejores de la saga, muy por encima en dificultad, reto y jugabilidad a los consagrados clásicos. No estoy de broma; no puedo desengancharme del mismo y lo voy a recomendar a todas voces en los sucesivos días. Lo interesante de este texto, de esta reflexión, es lo que ha pasado aquí.


No Man's Sky ha continuado mejorando, muchísimo de hecho. ¿Demasiado tarde?


Unos desarrolladores preocupados por su producto hicieron todo lo posible por devolverlo al estado que merecía. Un factor tiempo se encargó de alejar a los más decepcionados, pero también indecisos, haciendo que su potencial público se diluyera. El videojuego ha quedado enterrado, en un estado bastante bueno y muy superior a lo que en origen era, esa es la realidad. El viento ha ido depositando arena sobre el desarrollo, hoy día totalmente olvidado bajo muchas capas de sedimentos ─hay una sensación de aceleración en el mundo del videojuego, como que todo nace, crece y muere muy rápido desde la anterior generación─. Nos hemos dado cuenta que el tiempo y el esfuerzo por arreglar un videojuego puede acabar en un final agridulce. Dulce por el estado actual tan decente, agrio por no haberlo hecho cuando tocaba. Ni toda la celeridad del mundo por arreglar algo puede borrar esas impresiones iniciales del público y prensa.

Y es que lo que he descrito es el gran mal ─o uno de ellos─ de esta época. Hay plazos de entrega apuradísimos, circunstancias externas al equipo de desarrollo o incluso torpeza genuina, que provocan que un videojuego no llegue a tiempo a lo que debería haber sido, que esconda su potencial bajo ingentes estratos de defectos. ¿A quién o quiénes culpamos? Desde luego, el consumidor no tiene la culpa de haberse cagado en THPS 5 o en cualquier otro. Pagamos un dinero por un servicio a medias, por un producto que es la mitad de lo que es. Cada palabra que se dijo en su momento fue muy posiblemente cargada de razón. En la esfera de la prensa, una vez escrita la crítica, una vez analizado el fenómeno, éste cruza el puente; se produce su particular Alea iacta est. Y eso es algo en lo que no hemos cambiado; los criterios de análisis son estrictamente los mismos, producidos el día uno de salida y ya para toda la generación ─y para siempre─, invariables e inmutables.


Se hace difícil recomendar este juego hoy con esos números ahí delante. Casi parezco un loco en un desierto gritando sandeces. Pero os aseguro que yo estoy jugando a algo muy superior a lo de la foto, como acérrimo fan de la saga desde la insufrible adolescencia.


Quien quiera saber algo de THPS 5 hoy día se va a encontrar con unanimidad, con ríos de tinta con su origen en el año 2015, sentenciándolo por sus garrafales errores de inicio. Siendo esto todo lo que posiblemente vaya a decirse con relevancia del mismo, ocupándose los propios buscadores y sus criterios de relevancia de hacer destacar esas palabras por los siglos de los siglos. De nada o de muy poco puede servir mi compra de primera mano de la semana pasada y mi recomendación; yo he tardado dos años en decidirme y me he encontrado algo estupendo. ¿Debí haberlo apoyado en su época, sabiendo el gran desastre que me iba a encontrar? ¿O he sido inteligente esperando a que pasase el vendaval? Sea como sea, esta actitud mía ha condenado al desarrollo en su vida útil ─ya que lo he adquirido tarde─, pero por dentro siento justicia y siento felicidad. Puede que no vayan a ver apenas un duro de mi adquisición, y aún así quiero expresar lo mucho que me gusta y me ha gustado este videojuego. Duele mucho ver THPS 5 con estas notas, parece que me conforme con cosas "del vertedero", pero como digo, no puedo pelear contra lo que ya se ha dicho, ¿qué puedo hacer si no, salvo jugarlo?

Tengo absolutamente todo en contra: Desde una web que recopila los análisis más relevantes habiéndole plantado calabazas a más no poder, pasando por mil y un fans decepcionados, culminando en esa sensación de decepción que ni el tiempo cura. Ya sólo me queda mi propio criterio y el sentimiento de haberme aventurado y acertado, y lamento no poder revertir la situación. Y como THPS 5, más videojuegos. El propio Final Fantasy XV ha mejorado lo que no está escrito desde su salida hace casi un año ─y lo que le queda─, y no mucha gente parece saberlo. ¿Merecen algunos videojuegos una segunda oportunidad, segundas revisiones, segundas lecturas? Los desarrollos no acaban en la salida de un título, no nos engañemos: sus artífices continúan llenándolo, depurándolo y mimándolo meses después. No podemos traer una mentalidad de los años 90 al videojuego moderno, no existe ya una sentencia irrevocable por la cual un título nazca y muera el día de su examen. Ese examen se debe producir en los meses en los que está activo. 


Quien crea que FFXV ha muerto, es que aún no ha entendido el entramado del videojuego moderno.


Un videojuego hoy día es como un ser vivo, viene al mundo y merece ser vigilado, alimentado y protegido; si lo está debe reflejarse también desde sus verdugos, si viene para no continuar eso será todo lo que quede de él. Desafortunadamente, seguimos anclados en el pasado, y en ambos casos el destino es el mismo: si algo aparece en condiciones malas (aunque pueda solucionarse), será recordado como un mal juego para toda la eternidad. Seguimos dictaminando lo que es un juego cuando se produce su salida, y no durante y después, con todos los avances procurados. Por otro lado alguien puede pensar "¡Lógico! ¡Me he gastado un dineral y esto merecía estar en condiciones y terminado!". ¿Quién le puede quitar la razón a esa persona? Yo, desde luego, no. Simplemente apelo a un sentido común que va más allá del desembolso inicial, que supera el hype de un lanzamiento: Un videojuego moderno es un bebé que hay que dejar que se desarrolle. Puede que el día uno no sepa andar, pero lo hará si hay detrás un equipo comprometido. Si no somos pacientes, cautos y metódicos hoy día, las decepciones no van a ser pocas. Hay que saber qué camino estamos transitando, actualmente es uno lleno de incertidumbre y donde se debe meditar mucho.


Ya no estamos en esta época. Hoy en día un videojuego nace y crece, no sólo se limita a existir en el mismo estado.


THPS 5, FFXV y un sinfín más de títulos que he jugado han demostrado madurez, un equipo con ideas claras y escuchando al consumidor. Esta es una época donde se nos escucha, ya no somos invisibles. Si nos quejamos para que algo mejore, debemos luego corresponder a esa mejora. Nuestro poder debe ser usado sabiamente, y ser constructivos y pacientes es todo lo que nos queda. La única protesta eficiente que conozco es no comprando, es dejando el tiempo pasar si veo desgana o si mis deseos no son satisfechos. Esperar más o menos esa futura compra dependerá de nosotros, pero desde luego no se puede ignorar que algunos títulos cambian a mejor. ¿Qué hacemos con ellos? Una web de notas medias y unos sentimientos de enfado del día de salida que llenan Google, no deberían empañar la belleza de la mariposa en la que muchos de ellos se van a convertir. Ojalá el mundo de la crítica, del análisis y todo el denso ecosistema del videojuego se adapte a su maduración, en paralelo, porque desde luego esto ya no es como antes, hoy día un lanzamiento no se detiene en el momento de su concepción. Debemos entender todos y todas que no solo los desarrollos se alargan, también la actividad y proliferación de un título en el instante de su salida. El tiempo arregla casi todo, al fin y al cabo.

Un fuerte abrazo.


fran_friki

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