viernes, 10 de marzo de 2023

El Espíritu de Maglor (Kirby's Return to Dream Land Deluxe - Switch)

El siguiente artículo contiene SPOILERS de Kirby's Return to Dream Land Deluxe de Switch.

 

 


Kirby's Adventure Wii, el broche a una consola

2011 fue el año de horizonte final para Wii, una consola que iba despidiéndose y a la que se quiso dar carpetazo, a pesar de estar casi en cada hogar. A ello le sumamos además una extraña tradición que se ha cumplido en multitud de ocasiones, y es que era un juego de Kirby el último importante -o de los últimos- de una consola por parte de Nintendo -o HAL-. Suponía, en palabras algo más coloquiales, el juego que 'mataba una consola' en el mejor de los sentidos... y esto era, reuniendo las mejores cualidades técnicas del momento y todo el aprendizaje del lustro correspondiente en dicho sistema. A Wii le sucedió este fenómeno (compartiendo podio con The Legend of Zelda: Skyward Sword). Por lo tanto, las consolas se marchaban con la sonrisa de Kirby para saltar nosotros felices a la siguiente generación. 

 

El original era un videojuego que pretendió dos cosas muy claras tras casi una década de yermo en sobremesa: Lanzar un Kirby definitivo tras multitud de cancelaciones en Cube -con las migajas técnicas y de diseño de todos esos proyectos-, y la labor de reunir a todos los fans del personaje en torno a su siguiente juego principal, uno que llamase tanto a los fans de GBA, Cube y DS como a los más descarriados o antiguos entusiastas de Dream Land. Fue una Llamada al Deber de HAL a su antiguo ejército de amantes del tragón rosa, una a la que no se podía faltar, pues Wii empezó ese extraño y placentero fenómeno de "la vuelta de los clásicos". Kirby's Adventure Wii -así llamado en Europa, quizá apelando más al sentimiento NES que a la era Game Boy- supuso pues un plataformas cien por cien 'canon' del personaje, con esa dispersión esquemática de modos proveniente de Super Star y Super Star Ultra, y la progresión tradicional por mundos de un Adventure o de un Dream Land 2. Dicho y hecho, fue un Kirby inmensamente bien recibido, esperado y un clásico instantáneo que seguimos amando.

 

 

Y pasaron casi 12 años. Algo bueno se gestó en HAL a raíz de aquel juego, que ya todos los siguientes absorbieron sus mismos esquemas de avance y desbloqueo de modos, pero mejorando en lo inmejorable y madurando la parte combativa hasta alcanzar cotas altísimas, que hacían palidecer seriamente las buenas intenciones y diseño de Adventure Wii, que pronto fue rebasado. Y así se siguió evolucionando, hasta plantarse en su primera aventura tridimensional y posiblemente el juego más exitoso y aclamado desde su primer título. Hablamos de Kirby y la tierra olvidada (Forgotten Land), donde nuestro querido personaje saltó a otra dimensión -en todo sentido-, y que pareció sentar un precedente demoledor. La era 2D parecía peligrar de alguna forma, pues el salto fue tan brutal que nos empujaba a olvidar la clásica perspectiva. ¡Error! En HAL sabían bien que este personaje todavía tenía algo que decir en lo bidimensional, y ello nos lleva al meollo de la cuestión: La existencia de Kirby's Return to Dream Land Deluxe. 

 

El Maglor original

Contexto aclarado, cabe también hacerlo hablando de lo que es esto: Un remake. No, no es un port HD. Las físicas han sido enteramente rehechas, son mucho más sensibles al control y manejables. Los gráficos, que directamente son otros -preciosos, más vivos, con más definición, más cartoon-. Música nueva añadida, también. El contenido inédito, que es el meollo de este texto, que es donde se encuentra el alma de este videojuego y la razón de su existencia: el coprotagonismo con Maglor, ese simpático y traidorcillo personaje. Maglor es el antagonista principal de Kirby en esta aventura y en la original, un personaje que tuvo un destino ciertamente extraño, una redención que jamás había sido explicada con propiedad. Lo podíamos ver como un amable tendero en Team Kirby Clash Deluxe de 3DS y su remake HD Super Kirby Clash de Switch, los Free to Play de la saga. ¿Demostraba esto su supervivencia entonces? ¿Era un guiño sin más a un simpático personaje? ¿Una manera de conservarlo en el elenco moderno? Pues un poco de todo, a decir verdad. 

 


 

Maglor como villano era temible, despiadado y combativamente elegante. Dio una batalla final en 2011 la mar de interesante mecánicamente, con ataques muy bien diseñados a nivel de coreografía, con una batería generosa de movimientos y una música realmente climática, recordada aún a día de hoy. C-R-O-W-N-E-D era una declaración de intenciones, que usaba leitmotivs recurrentes de Kirby y que a su modo, sonaban a traición. Y es que puede que no haya habido traición más emotiva y más sufrida que la de Maglor hacia Kirby, ya que le daba un extra a la batalla que no tuvieron otras más adelante, ya que en otros juegos el villano no es presentado desde el comienzo, a diferencia que en Adventure Wii. Claro, ahora esta batalla era personal. De hecho, fue también el título de 2011 el que introdujo una suerte de historia algo más desarrollada hasta ese punto (que no es que no la tuvieran los demás), aunque aquí se intentara profundizar un poquito más, creándote un vínculo con lo que pasaba. Una vez derrotado, el juego terminaba quedando Maglor en el recuerdo colectivo como uno de los mejores enfrentamientos de toda la saga.

 

Y es que en HAL lo sabían, no eran tontos. Tenían en su mano un juego que fue una bestia del cooperativo local -tal vez el ejemplo más recordado de la consola después de New Super Mario Bros. Wii-, y también un villano con muchos flecos pendientes. La oportunidad de remakear un juego exitoso con una consola que a dichos términos funciona exactamente igual de bien, pensada para los amigos y las familias. Esos flecos argumentales fueron oportunidades de diseño, son los que se han tapado expandiendo el contenido a partir de las simples ideas "¿tenemos algo más que contar de Maglor?", "¿qué le pasó?" y "¿podemos mejorar mecánicamente y expandir horizontalmente este videojuego?".

 

El nuevo Maglor, ¿redención o venganza?



Todo lo que ha creado nuevo para Kirby RTD Deluxe y que no estuvo en Wii, gira en torno a expandir la experiencia del original a partir del choque antagónico más fuerte que ha habido en esta saga y que ha quedado cristalizado en 2023. Kirby vs. Maglor. La bondad contra la astucia, la fuerza bruta de una deidad alzada contra la férrea voluntad de un defensor de mundos y sus amigos. HAL ha creado un nuevo modo para la ocasión que explora a razón de epílogo el destino del villano, al que debemos encarnar y sabiendo lo que ha hecho. Un modo (El viajero interdimensional) que empieza con un Maglor debilitado, convaleciente tras una derrota de grandes proporciones, y con un incierto viaje por delante por las mismas dimensiones que solía transitar y que ahora se levantan en su contra. Encarnamos a un personaje que se ha quedado esencialmente solo, incluso repudiado -con motivos-.


Redención (El viajero interdimensional)

Consiguiendo poderes y derrotando a temibles formas paralelas de villanos a los que el propio Kirby ya se ha enfrentado, vamos asistiendo a un todavía desconocido arco de redención que se le ha propuesto a nuestro ahora proclamado anti-héroe. Alcanzamos el clímax final cuando vemos la infame Corona rearmarse -el objeto que codiciaba Maglor y que lo enloqueció más de lo que ya estaba-, pero a la que se le da un enfoque distinto. La Espectrosfera líder se hace con ella y revela, de alguna forma, la corrupción que le puede provocar a un ser ya corrupto de origen esta clase de poder. Solo es un reflejo del viejo Maglor, un reflejo que ya no se corresponde con la actual voluntad de nuestro anti-héroe. Hay una voluntad nueva de destruir este objeto, y así comienza la batalla final de Maglor contra la Espectroesfera enloquecida, que es una revisión de la clásica contienda.

 

 

Tras esto, se produce uno de los momentos más espectaculares que hayamos tenido la suerte de vivir los fans de esta saga. Aparece en escena un extraño árbol con un temible ojo -insignia pura- en una ciudad que está siendo arrasada por llamas de fuego bajo un cielo rojo infernal. Ese aspecto de deidad que tantas veces hemos visto en las aventuras de Kirby y en un escenario así es inequívoco: estamos ante algo final, muy final. La Corona Maestra se presenta como un ser consciente, con su propia voluntad, algo que siempre fue muy superior al propio Maglor. La batalla es canela en rama, con un despliegue de rutinas enemigas de auténtica locura. Hay un orden, una elegancia y un despliegue gráfico mientras peleamos tal, unas sinergias tales entre lo que sucede, lo que se ve, lo que se escucha y lo que se juega que se produce una brecha un tanto curiosa e inevitable. 

 

El original ahora no parece a la altura de estos cambios. Recordemos que estamos jugando a un remake que ha mantenido intactos algunos elementos. Pues ahora, con momentos como este, salta a la vista de forma muy notable qué es "lo viejo" y qué es "lo nuevo" en este videojuego. Esta pelea definitiva es uno de esos momentos donde se ven los casi 12 años de diferencia creativa de uno a otro. Aunque por suerte, todo tiene un pegamento tal y está cohesionado de forma tal, que un nuevo jugador no lo va a notar. Nosotros sí, y ante esta brecha solo podemos aplaudir con las orejas. Porque es algo que demuestra lo que ha madurado Return to Dreamland y lo que significa tener este nombre en 2023. Y qué rutinas, la virgen, qué rutinas. Que incluso este momento se permite hasta su pequeño tributo a la mitología nórdica si atendemos a los elementos de la pantalla y al nombre de la música que suena (todo haciendo referencia a la planta parasitaria). Qué coreografía y qué desenlace tan bonito.

 


 

Porque finalmente Maglor lo consigue. Derrota a la Corona Maestra -destructora de Halcandra- a tajo de espada partiéndola en dos, como Kirby hiciera con él tiempo atrás, y vuelve a viajar hacia un futuro incierto. Y este nuevo futuro es Maglor con uno de los frutos del árbol que ha derrotado, otorgándole un nuevo uso y una nueva vida en un reino paralelo, siendo ahora un alma en paz y que ya no busca el poder. No vuelve al mundo original de Kirby, pero transita otro igualmente bonito, que da pie a los spin-off de 3DS y Switch por la parte Kirby Clash a modo de secuela directa. Así es como se redime un villano, derrotando su propia corrupción y comenzando otra vez, en otro lugar.


Venganza (Coliseo Verdadero)

Pero HAL también ha querido explorar la otra parte, y esto ya es una interpretación personal mía. ¿Qué habría ocurrido si Maglor hubiese elegido el camino de la venganza tras recuperar sus poderes? ¿Habría vuelto a usar la Corona en su propio beneficio para buscar a Kirby? Así parece suceder si atendemos al Coliseo Verdadero y al grafismo de la batalla final de este Coliseo, que es un nido de sorpresas mayúsculas. Este modo se presenta desde los últimos juegos de la saga como el lugar opcional al que acudir si quieres presenciar la batalla definitiva (además de un verdadero duelo de resistencia o boss rush). La ronda final suele consistir en volver a ver el jefe final de cada juego pero en una forma inédita y novedosa, más agresiva y con rutinas nuevas. El caso más evidente fue el de Robobot, que presentaba un jefe totalmente inédito. En el resto de juegos, jefes que ya habíamos visto pero con vueltas de tuerca (versiones más oscuras, con todo su poder desatado y/o revelando su forma verdadera, como en Forgotten Land)


 

Pues bien, en Kirby RTD Deluxe, HAL ha querido premiarnos, apareciendo al final uno de los jefes más duros en dificultad de la saga y también estando en uno de los Coliseos más duros, pues hay más de una veintena de rondas y solamente 3 maxitomates para curarse (y alguna frutilla extra). Uno podía pensar que tras Galacta Knight -superboss recurrente- y la Corona Maestra -ahora enfrentable con Kirby-, no podía haber mucho más. Bueno, tal vez el Maglor final de la aventura en su dificultad extra, lo esperable, vamos... Pero no. El duelo final es el Espíritu de Maglor en su verdadera forma. Es Maglor con la Corona tomando el control total, algo que no sucedía en Wii. En resumen: una batalla nueva, exclusiva. Y es que tiene todo el sentido del mundo que la pelea final fuese de nuevo Maglor, que siempre fue, es y será el villano de Return to Dreamland.


HAL nos ha hecho un REGALO a los fans dándonos la oportunidad de revivir la batalla final de ambos títulos (Wii y Switch) pero revisada de arriba a abajo. Es decir, hecha en 2023, con los estándares de 2023 y no de 2011. Esto supone de nuevo sentir esa brecha cualitativa que mencionaba arriba en cuanto a diseño se refiere: Se respira madurez combativa: mejor combate, mejores rutinas y mejor pacing entre ataques. Todo es más peligroso, más fiero, más definitivo en resumen. Maglor tiene ahora dos barras de vida o dos formas, dándonos incluso vida cuando acabamos con la primera, cosa que es impensable en un Coliseo de Kirby. Cuando eso sucede, es porque te van a lanzar una mole de odio en estado puro a continuación. Y así es. El Maglor final en sus dos formas tiene ataques nuevos inspirados en los nuevos power-ups de esta entrega: podemos ver un Maglor furioso disparando láseres cósmicos GIGANTES como nunca con los cañones del Meca, entre otras cosas alucinantes. También podemos ver cómo ahora abre dos agujeros negros a la vez en vez de uno, o cómo llena la pantalla de forma despiadada de ataques. O incluso lo poco que se expone a nuestros ataques y las pocas veces que se pone a huevo para poder atizarle, evidenciando y corrigiendo posiblemente el mayor fallo que tenía la batalla original (y es lo sencilla que resultaba incluso en segunda vuelta). Todo ello con un orden brutalmente medido con cronómetro, revisado hasta el escrúpulo, dejando en vergüenza todo el contenido que existió en el original referido a la batalla final contra Maglor. Ni Galacta Knight nos impresionará ahora, el cual queda absolutamente sepultado por las dos siguientes batallas (no por nada lo han dejado en tercer lugar esta vez).

 



El Maglor definitivo de este juego representa esa fantasía en la que queremos creer: qué habría sucedido si Maglor no hubiese sido derrotado del todo y volviese. Todo ello, esta vez, en forma de combate puro, sin ningún diálogo. El Coliseo se explica por sí mismo y por medio de estas furiosas rutinas y este baile visceral de esquivas y contraataques al que es sometido Kirby dicho modo se hace entender y notar.


Maglor y Kirby: Los protagonistas

Maglor se convierte por derecho propio en un nuevo protagonista. En un villano, antihéroe y aliado que recorre un camino que nunca se había probado antes en esta saga. Y es que así da verdadero gusto revisitar un clásico, que insisto en ello, se gana a pulso el ser un remake de pleno derecho por tanto cambio y tan bueno que tiene, por más que respete todo el contenido original. Y si no se deja nada es porque el original ya funcionaba como un tiro en su día, así que para qué cargarse algo que funcionaba. Mejor adornarlo con el aprendizaje de los siguientes 12 años e incluyéndolo de forma transversal. HAL sigue en forma y sigue en ese camino meteórico ascendente de conocer a su propio personaje y su propio cosmos interno, con un amor que ni podemos comprender (pero si disfrutar).

 


 

Gracias por leer y sobra decir que recomiendo este juego a todo el mundo en Switch.


fran_friki

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