Posiblemente ha sido el DLC o episodio que más 'hypeado' me haya tenido nunca; no suelo sentir ningún tipo de emoción al esperar contenido adicional en un videojuego, pero en este caso estaba justificado. Han pasado unos cuantos meses desde Episode Prompto ─aminorando la espera gracias a Hermanos de Armas─, y tenía muchas ganas de ver qué iba a suceder con Ignis (mi personaje favorito) en uno de los momentos cumbre de Final Fantasy XV, cuando empieza lo realmente bueno a nivel argumental. Veamos qué podemos extraer de esta cuarta expansión.
El comienzo, como cabría esperar, es frenético: Altissia está en mitad de una guerra entre los Sidéreos, el ejército de Accordo y las huestes de Niflheim. Muy pronto Ignis se separa de sus compañeros, viendo cómo Noctis yace inconsciente en el Altar de Leviatán, indefenso y a merced del Imperio. El capítulo 9 de la aventura principal es un momento tenso y argumentalmente muy rico, en el cual vimos unos hechos un tanto acelerados ya al final, con un Noctis que despertaba en una cama recibiendo una mala noticia tras otra. Nos faltaba conocer qué fue de la ciudad y de sus amigos en esos eventos... El DLC podría haberse detenido en ese aspecto, pero muy a nuestro favor va mucho, muchísimo más allá. Tanto es así que sería un gravísimo error jugarlo antes de terminar el videojuego principal por todo lo que aquí han hecho y contado. Una vez más se confirman las sospechas; lejos de querer rellenar espacio estos DLCs están pensados para quienes ya completaron el título.
Jugablemente, encontramos una fusión entre ese factor contrarreloj y combate de Episode Gladiolus, con una parte generosa de exploración al igual que ocurriera en Episode Prompto. Esta conjunción, sumada a la importante carga dramática y argumental y a la acción única que para Ignis se ha creado, conforma un muy rico plato, de buen gusto. Como el "mago negro", nuestro cocinero y luchador favorito atacará con las Elementalias, unas cuchillas que inflingirán uno de los tres posibles elementos ─a total elección─ operando bien a media, corta o larga distancia, en función también al número de enemigos que queramos derribar. Contamos con la posibilidad de cargar un ataque, el Ojo Avizor, pudiendo devolverlo en forma de una desvastadora ofensiva elemental, y un sistema de contraataque o parry y esquive muy satisfactorio, permitiendo curarnos del daño recibido atacando a su vez. En este sentido, es el DLC con el combate más ágil y distinto basado en el juego base sin contar con Hermanos de Armas. Una pasada.
Tres serán los capítulos ─con un cuarto extra─ con los que cuenta Episode Ignis. En el primero hay un acentuado factor de libertad por la preciosa Altissia ─ahora ruinosa y azotada por los crueles eventos─, recreada de una forma maestra. Su esquema urbano no dejó indiferente a nadie en su momento, aunque tuvimos la sensación de hallarnos ante una exploración sesgada y fuertemente limitada. Ahora y gracias al gancho y al divertido minijuego de recuperar barrios, la Ciudad de las Aguas pasa a ser uno de los mapas más interesantes de FFXV, con objetos secretos e incluso zonas a nado. El resto de capítulos ponen el acento en las cuestiones argumentales, sin duda alguna la guinda que corona el pastel. Uno de los grandes aciertos es no prolongar algunas partes, ir al grano y dejar que el jugador pueda avanzar sin aburrirse. Todo lo contrario; echaremos de menos que Episode Ignis no dure más, porque todo está tremendamente balanceado. A ratos parece hasta mejor que el juego base. Por si no fuera poco, el ya consagrado modo Duelo tendrá uno de los enemigos más difíciles y técnicos de todo FFXV; quien quiera un reto a la altura de los de pasarlo mal, que acompañe a Ignis en el periplo. No sé si es comparable a "Sephiroth" de la saga Kingdom Hearts, pero poco le falta.
Son bastantes los éxitos en cuanto a la trama que se han tenido; por fin entenderemos mejor el pasado, intenciones y personalidad del villano principal, conoceremos a ese Ravus que se debate entre el sentido del deber y el amor fraternal, veremos al Ignis más desatado y combativo de todos, e incluso conoceremos un final alternativo para el videojuego. Se ha querido llegar tan lejos que sobre Ignis se ha colocado el peso de cambiar todo el destino. Los desarrolladores han jugado con la brutal y placentera carta de experimentar con la trama, qué habría pasado si durante estos fatídicos hechos se hubiesen tomado diferentes decisiones ─favoreciendo claramente el sino de todos los personajes─. Ese futuro pasado o presente alternativo podrá descubrirse en el episodio Extra, sin duda una de las mayores locuras que se hayan trabajado sobre el juego.
Esbozaremos sonrisas pero también tocarán nuestro corazón en este DLC; la carga sentimental es altísima y el pobre Ignis sabe mejor que nadie lo que está en juego, tanto sobre sí mismo como en sus compañeros, en especial Noctis. Cada diálogo está medido al milímetro, cada intervención es necesaria y cada personaje protagonista en este DLC lo da todo, el cien por cien de su ser. Esta expansión abarca demasiado; orígenes, nudo e incluso desenlace. No se limita, como decía, a contar un trocito de historia. Te la cuenta toda, de otra manera, una que ya sabías pero que no habías valorado desde otros puntos de vista. Se permite también narrarnos de una manera preciosa la gran amistad que envuelve a Ignis y Noctis.
Gráficamente hay un riquísimo detalle en texturas, nuevos enemigos ─aunque escasos, es el DLC con menos enemigos diferentes─, ataques propios y ajenos y la gesticulación de aliados y villanos. Cuando Ignis está a merced del enemigo podremos ver en su cara la rabia y ese sentimiento de revancha, en Ravus conoceremos el dolor y la desesperación, en Noctis veremos esas ganas de continuar y madurar. Puede ocurrir algún que otro bug, pero ninguno me ha mermado la experiencia (además de haber sido uno solamente). A nivel de sonido el genio Mitsuda ha creado algunas de las piezas más potentes del videojuego ─por si no fueran pocas ya─, que acompañan perfectamente a las partes más sentidas, pero también a las agresivas. Sin este característico sonido, la expansión perdería fuerza.
En resumen, Episode Ignis solo debía llenar una parte pequeña del juego ─aunque importantísima─, y lejos de querer detenerse ahí, ha expandido la historia hasta límites insospechados, hasta incluso transformarla; hasta, incluso, cambiar el combate final y añadir uno propio. Esta expansión es más de lo que parecía, de lo que se ve y de lo que te puedan contar. Obligatoria, un broche de oro a un trabajo que ya estaba bien hecho en mi opinión. No se os ocurra perderlo de vista.
fran_friki
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