lunes, 27 de febrero de 2017

Lo que no echo de menos


Estamos acostumbrados desde hace algunos años a realizar sistemáticamente las mismas apreciaciones: siempre comparando el hoy con el ayer, intentando criticar duramente el presente o reseñar lo que se ha descuidado, o simplemente lo que ya no se realiza. El tiempo es un mal compañero de viaje en algunos sentidos, y nos opaca, nos vuelve intransigentes. No aceptamos los cambios en muchas ocasiones, porque creemos que lo que funciona lo puede seguir haciendo indefinidamente, y como sabemos, eso no se sostiene. La máquina de movimiento perpétuo es imposible al igual que mantener el mundo del videojuego intacto, amoldado plenamente a nuestros inamovibles gustos, impasible. Por suerte, elegimos cambiar, elegimos adaptarnos y con ello, empezamos a ser más abiertos. Y lo primero que hacemos, es aceptar lo que ya no funciona tan bien.


http://sectoromega.blogspot.com.es/2017/02/lo-que-no-echo-de-menos.html


Hoy, voy a realizar exactamente el ejercicio contrario al habitual si me lo permitís: voy a señalar cosas que han cambiado para bien y que ya no echo de menos, asuntos videojueguiles de los que ya no necesito preocuparme o que se implementen para entender esta época, para divertirme con los videojuegos en resumen.

  • Memory Cards: 

Han sido nuestras compañeras de viaje muchísimos años; testigos de los avances, pequeños almacenes portátiles que había que llenar sabiamente. No toda partida merecía perdurar, y por supuesto, unas debían ser sacrificadas para dar paso a otras; por pura necesidad. Su precio no permitía tampoco disponer de un número elevado, además, solíamos tener muchos juegos (sabemos bien que no todos legales, eso las terminaba superpoblando y disparaban sus ventas).

El sistema no era del todo seguro, y en más de una ocasión y en más de dos, se nos borraban los datos, o simplemente, no podíamos gestionar como nos habría gustado cada partida. Por suerte, hoy en día las consolas disponen de un almacenamiento interno, a leguas más cómodo y que nos despreocupa totalmente del tamaño de estos guardados, ya que son archivos ínfimos. Ojalá algún día no echemos de menos la capacidad de los discos duros de las consolas modernas, eso ya es otro tema.



  • Pilas:

Siguen suponiendo una fuente de energía primordial para muchos aparatos de casa (relojes, linternas...), y que también fueron el principal sustento energético de nuestras queridas portátiles y otros periféricos. De hecho, ya en la época de Wii estábamos empezando a acostumbrarnos a las baterías de litio, viendo las pilas como un estorbo.
Yo mismo me enfuercía mucho de que mis Wiimote siguiesen usando ese sistema (aunque había alternativas, claro).

Las pilas dijeron adiós en las handhelds, tanto en Nintendo como la primera consola portátil de Sony (PSP), cambio definitivo y que supongo que nadie en su sano juicio puede echar de menos. Aún con todo, para reactivar mi vieja Game Boy todavía hago uso de ellas de vez en cuando.



  • Videojuegos físicos en PC

Aunque en consolas sigo comprando esencialmente en físico (tanto por un tema litúrgico como por los problemas de espacio y transferencia de descarga de las sobremesa actuales), poco a poco voy sucumbiendo al formato digital por comodidad (también en consolas me sucede). No se me caen los anillos si tengo que comprar un lanzamiento de novedad en digital; algunos desarrolladores independientes y pequeños estudios no tienen otra manera de hacernos llegar sus juegos. En el caso del ordenador, Steam ha sustituído totalmente mis ganas de instalar 2, 3, 4 DVDs (o CDs) como he llegado a hacer en el pasado. De hecho, también me he obligado a dejar de buscar juegos copiados como hacía en el pasado cuando no tenía dinero para todo lo que me gustaba.

Además, en mi PC actual no tengo ni soporte óptico, con el auge de los soportes SD y USBs, no necesito ya este medio, aún así dispongo de una lectora externa para excepciones puntuales. La plataforma Steam (también GoG o cualquier otra), son un medio excelente para jugar directamente, sin engorrosas esperas y en ocasiones a precios muy golosos. ¿La pega? que la infraestructura de fibra óptica en España aún no cubre todos los hogares, por lo que habrá personas que no puedan afrontar la descarga de decenas de gigas que ocupan algunos juegos. Para el resto de mortales, el digital ha llegado para no irse en nuestros ordenadores.



  • Trucos (Cheats)

¿Os acordáis de los legendarios trucos o cheats? Esas combinaciones de botones que desbloqueaban características, nos daban vidas, selección de nivel o simplemente nos permitían hacer el burro en un videojuego, que incluso la propia prensa lucía orgullosa en forma de novedad o suplemento (no dejaban de ser ayudas esenciales a veces). Pues bien; creo que han quedado superadísimos. En su momento, sagas como Ratchet & Clank nos premiaban con ventajas si éramos capaces superar misiones con enigmáticos enunciados (os hablo del sistema de Puntos de habilidad), sustituyendo así los trucos por tareas específicas. En Jak II y Jak III, los trucos debían desbloquearse encontrando secretos, nada fáciles de localizar. Era preferible eso, a llegar tú tan pancho y pulsar una serie de botones y situarte ya en el final de un videojuego ipso facto. 

De hecho, esos sistemas, de no vigilarse, podrían haber supuesto una escabechina en el funcionamiento de logros y trofeos, en otras palabras: un desarrollo entraba en peligro si rápidamente el jugador tenía la opción de ir al final, o de hacerlo todo tan sencillo que perdiera reto. Si bien no nos hemos muerto ninguno por usar trucos, creo que son cosa del pasado, adscritos a videojuegos que no peligraban tanto, por más que pudiésemos destriparlos vilmente en segundos. El que algo quiere debe currárselo, y está muy bien que hoy en día las características sólo puedan desbloquearse jugando limpiamente. Con todo, no los vería mal para huevos de pascua o algún tipo de chorrada que se le ocurra a los programadores. Aunque todavía quedan videojuegos con cheats, el mítico Konami Code se ha convertido en culto y en algo respetadísimo; todo tiene su mesura y yo no soy quién para castigar ese concepto La propia evolución del medio, ha provocado que los trucos hayan sido superados, por pura lógica, pero han formado parte de mi historia, los he llegado a usar y los respeto, pues todavía hay desarrolladores que los tienen en estima y les ven uso. Algo sorprendente es que los trucos tampoco llegaban a matar ningún desarrollo, no éramos idiotas, sabíamos muy bien cuándo nos estábamos cargando una experiencia o tirando nuestro dinero por hacer el cabra más de la cuenta.



  • Guardado manual (con matices)

He dejado de echar de menos soberanamente tener que ir a punto de guardado específico o a entrar al menú y darle yo a salvar. ¿Quiere decir esto que deba ser abolido, superado? No, para nada. Hay géneros donde esto puede ser entendido como algo esencial, y que si es sustuído, el videojuego pierde dificultad. En FFXV pasa por ejemplo. Si bien hay guardado manual todavía (que he usado religiosamente), se ha implementado guardado automático en ciertos momentos, que nos facilita mucho el hecho de retomar una partida si nos hemos olvidado de guardar, cosa cada día más normal pues muchos videojuegos han prescindido de dejarnos salvar manualmente. La gran pega es el número de partidas; hay títulos que crean un único archivo y que nos impiden tener más de una partida en el mismo contenedor, teniendo que crearnos un perfil de usuario alternativo en la consola o movidas que me taladran el alma. 

Esto me molesta mucho, porque me gustaría poder iniciar nuevas partidas o continuar las que ya tengo sin necesidad de que el sistema gestione por mi la partida ya empezada. En esencia, que todo juego deba tener un buen gestor de salvado, pudiendo elegir la frecuencia del guardado automático, o qué diablos, desactivándolo directamente. Hace poco en Ratchet & Clank: Nexus de PS3, no pude enseñarle a un amigo el comienzo del videojuego, porque no me permitía iniciar nueva partida, sólo continuar la que ya tengo y dar infinitas vueltas al juego (loops)... ¿qué broma es esa? Todavía es este un sistema que no se ha perfeccionado, y espero realizar este mismo artículo dentro de veinte años y poder decir que ya no echo en falta el guardado automático de 2017 y años afines.



  • Antigua comunicación con el desarrollador 

Era bastante complicado ponerse en contacto con la empresa del videojuego, más aún si no disponían de sedes en nuestro territorio, problemas telefónicos y demás (suponiendo que tuviéramos algún problema técnico). El único dato fiable que el creador tenía de su juego, eran los análisis de prensa y las ventas primordialmente, pero existía un abismo gigantesco con el consumidor...

¿Cómo saber entonces en qué fallaba un videojuego, si sólo unos pocos tenían la potestad y los medios de analizar algo de manera pública? Las tendencias nos venían creadas y el único medio de protesta posible, era el de no comprar. No pinchábamos ni cortábamos absolutamente nada, y yo ahora tengo la sensación de que estoy hasta participando en algunas tomas de decisiones, me siento escuchado y valorado.

Afortunadamente hoy en día, con la proliferación de las redes sociales y en esencia, Internet, conseguimos hacer llegar rápidamente nuestra opinión al creativo, informándole de los problemas o simplemente felicitándole (anda que no soñaba yo de pequeño con decirle al creador de Mario o de otros juegos lo que amaba a sus personajes y videojuegos). Aunque todo sea dicho; que Miyamoto te haga caso hoy sigue siendo casi imposible, pero al menos, la distancia entre desarrolladores y usuarios se ha acortado, siendo nosotros incluso los que servimos como baremo para algunas personas, las cuales evalúan nuestras quejas y sugerencias. Esto es mejor en muchos sentidos, pero tendrá su parte negativa, como los linchamientos o el nivel de exigencia. Aún así, da gusto poder decirle a tu héroe del pasado el bien que te procuró, aunque el mensaje le haya llegado décadas tarde.



  • Sentirse único o especial, el elegido o elegida

Si. Mucha gente con la que he hablado, llegaba a sentirse ciertamente especial por tener este hobby, por haber elegido este camino ya desde bien joven. Yo, personalmente, no echo para nada de menos una época más oscura donde podían estigmatizarse incluso estos gustos. Tampoco deseo generalizar sobre nuestras infancias; no todo el mundo lo tuvo fácil para que se le respetase, pero tampoco nos marginaban duramente o nos linchaban a otros, tampoco estábamos todo el santo día jugando, nos relacionábamos y había más cosas de las que preocuparse. Creo, aún así, que hay mucho ser de cristal creyéndose martir en esto, pero como digo, cada persona tiene su historia, y yo hablo por mi. ¿Qué probabilidad había entonces de conocer a tanta buena gente con tus mismos gustos, o lo suficientemente distintos para seducirte y que ampliases tus fronteras?

Es muchísimo mejor el presente. Que el videojuego se haya masificado nos permite encontrar espíritus afines, personas con las que recordar épocas o con las que compartir con fervor el presente. Es enorme, satisfactorio tener gente al lado, amigos y amigas con lo que caminar en esto. Mucho mejor que estar solos o recordar épocas tal vez no tan afortunadas. Me siento mucho mejor desde que sé que hay más "enfermos del videojuego" junto a mi; gente a la que le gusta Zelda, las naves, los monstruos, la buena música, los bellos backgrounds... personas con las que, por lo menos, vamos a poder hablar sin tapujos de todo este mundillo. Además, lo que estoy aprendiendo ahora, las cosas de las que me estoy dando cuenta, todo lo que voy conociendo; no podría haberlo hecho hace muchos años. Esta especie de globalización de nuestro hobby (o trabajo para algunos), es una bendición. Bienvenidas sean todas aquellas personas que me enriquezcan o me hagan sentir menos héroe o lobo solitario. 




Por cierto; a más tejido industrial, más videojuegos distintos. No hay que sentirse mal, algunas cosas van muriendo, otras evolucionando y otras naciendo. El otro día tiré mi vieja bicicleta que tenía más de 20 años por estar prácticamente insalvable; reconozco que me dio algo de pena, pero me pudo el presente: Tengo bici nueva, mejor que esta, más cómoda y que va a servir para lo mismo, ¿para qué quería eso ahí? (que nadie extrapole este ejemplo a una consola, por Dios, que os mato). De ello toda esta reflexión, con la que quiero que intentemos observar detenidamente las ventajas que se nos han brindado en la época actual, y que las aprovechemos con toda nuestra fuerza. Algunos cambios nos benefician y han venido para quedarse, no merece la pena estancarse y mirar con recelo lo que hacíamos o cómo lo hacíamos; si seguimos aquí, si yo escribo esto y vosotros lo leeis, es porque hemos sobrevivido a aquello y no nos arrepentimos. Con todo, ¿hay cosas que han empeorado? Si y mil veces si, pero hoy tocaba hablar de esa otra realidad. Considero que vivimos una época maravillosa para lo nuestro. ¡Un abrazo del hoy!


 

fran_friki

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